HOJAS EN PRIMAVERA
Ese día en alguna hora de la mañana, alguien se acercó, no recuerdo quién ni por qué, pero hizo que naciera en mí la frustración y la duda; hacía calor, los rayos del sol quemaban y me sentía aturdido, especialmente aquella mañana.
-¿Por qué tan distraído? ¿Estás enamorado?
Eso dijo esa persona, sonriendo, bromeando. Me senté en la banca más cercana del parque, a esconderme bajo la sombra de un árbol, allí se estaba más fresco; qué alto está el árbol pensé, ¿habrá crecido?, ¿cuántos detalles en mi vida he omitido? Cerré los ojos un momento y regresé a esa noche; hacía frío afuera, era un jardín enorme con un gran salón en medio; había música, copas de vino, hombres en traje y mujeres en vestidos largos o cortos, lo de siempre... ¿Qué planeaba para esa velada?, cenar, beber, quizás bailar, y... ¿Después?..
Estaba sentado en una mesa redonda, con personas conocidas, amigos podrían llamarse, compañeros de escuela, no esperaba nada ni a nadie...
Sencillamente apareció, flotando en un vestido rojo, hermosa, muy hermosa... lucía angelical, pero al mismo tiempo como una tentación pecaminosa, sí, la desee.
No sé cuánto tiempo me quedé mirándola por que yo hubiera jurado que se detuvo entonces, pero no fue así; caminó hacia donde yo estaba, me sentía petrificado... calor... qué calor tenía en ese momento; el estómago comenzó a dolerme y no podía ni tragar saliva, hice un esfuerzo por reaccionar y ponerme de pie. Volteó hacia mí, me miró y sonrió; así fue, sentí amor.. ¿Qué más podría ser?, jamás, lo juro, sentí tanta emoción, plenitud y ansiedad como en ese momento... Amaba a esa bella mujer con el vestido rojo... Su cabello ondulado rodeaba sus hombros como protegiéndolos, cubriéndolos de mi mirada.
- Hola, me dijo, entonces se acerco y me beso en el rostro, un saludo común, no respondí, que podría responderle..
Saludó a las demás personas de la mesa y se sentó a mi lado, en verdad era ella, pero ¿como no la vi antes?
Hable poco y lo notó... Después de la cena, observe como varios hombres se acercaron para invitarla a bailar, todos la veían, la querían, pero fueron rechazados... Eso me produjo placer, creo que algunas chicas se me acercaron, no lo note... ni siquiera recuerdo si les respondí algo, me sentía anonadado...
La invite a bailar en un arrebato, sonrió y me tendió su mano, la misma sonrisa, ya la había visto antes pero no mirado, era alguna clase de música alegre en la que todos se movían y danzaban juntos, no me apetecía pues deseaba estar cerca de ella, fue cuando pusieron alguna canción lenta..
la rodee con mi brazo, la acerque a mi.. Su mano suave tomo la mía y descanso su cabeza en mi hombro, su cabello olía muy bien, tuve el antojo de acariciarlo, lo hice. Ella levanto el rostro y me miro, observe detenidamente sus ojos, que me miraban curiosos y sus labios ligeramente torcidos, probablemente confundidos, así es, la bese.
Le rodee de la cintura y lo hice, la bese, no me importo quienes estuviera observando o que pensaran, deseaba hacerlo y siempre hacia lo que quería, correspondió a mi beso, siempre correspondía mis besos, no era el primero que le daba, pero fue hasta ese momento en que note cuanto me gustaba, sutilmente alejo su rostro de mi y se marcho, camino afuera del salón, hacia calor y me estaba ahogando, que bien que decidió ir afuera, pensé. Estaba recargada en un pilar de mármol, la luz de la luna reflejaba su rostro, sus ojos se tornaron melancólicos, el viento mecía su cabello suave, presumiéndome su poder de tocarla, de acariciarla, la sentí prohibida, lejana.
-¿Por que lo hiciste?, pregunto con voz baja casi en un susurro.
-Quise hacerlo, respondí con sinceridad
Agacho entonces el rostro, me acerque otra ves pero no me atreví a tocarla, mantuve mi distancia.
-Ya no lo hagas
-¿Por qué no?
-Probablemente no lo entiendas pero ya no puedo conformarme con eso-
¿De qué estaba hablando?, me estaba confundiendo
-Te he esperado, en silencio... Te he esperado, una llamada, un mensaje, una palabra, pero jamás llego nada...
-¿Es que acaso prometí algo?
-No lo hiciste, no es tu culpa, pero yo no puedo jugar mas, tengo sentimientos y corazón, que esta cansado...
Bajo los escalones y me dejo desconcertado, tenia que detenerla, de que hablaba, que pasaba, que quería... Por que siempre tienen que complicar las cosas..
-No te vayas. Rogué
-Solo regresa a donde estabas...
-Te quiero
Giro hacia mi y su cabellera hizo un movimiento atractivo, dejando ver su hombro, sin embargo sus ojos estaban llenos de tristeza.
-¿Por qué ahora?
-No lo se, así fue nada mas...
- Eso piensas en este momento, en la mañana cuando el efecto del alcohol haya pasado y yo no use este vestido, seré la misma que has ignorado.. Entonces seguirás con tu vida y yo en la soledad en la que me he encerrado, no estoy dispuesta a soportarlo... Ese juego de prometer y cumplir, decir y retractarse.. Ya lo he jugado, he perdido.. Subió de nuevo los escalones y se acerco a mí, casi tiemblo al tacto.
-El próximo juego, planeo ganarlo, susurro en mi oído y beso mi mejilla... Sonrió un poco, no con alegría, más bien algo maliciosa diría yo.
-¿Amas a alguien mas?
Rió bajo y siguió caminado diciendo adiós con la mano, entro al salón e inmediatamente otros hombres la abordaron un nuevo sentimiento nació en mi, no era dichoso como el primero era algo nuevo, esa sensación que jamás desearías que existiera, esa punzada en tu interior, algo me quemo por dentro, celos empuñe la mano y sentí odio, rabia, coraje..
Efectivamente me ignoro hasta el final de la velada no me fui hasta ver que se marchara en el auto de una amiga, menos mal..
Al ver que se alejaba sentí frió, y un vacío profundo en el pecho, soledad le llaman, yo diría estorbo.
Esa noche aprendí tres cosas...
Eso que llaman amor es un sentimiento apasionado e intenso, la dicha que provoca es tan grande que no hay espacio para tanta felicidad.
Después de eso vienen los celos, quizás uno de los peores sentimientos que existen, pues son una extraña mezcla, de frustración, coraje, impotencia e inseguridad, corroe en el cuerpo de una manera perturbadora y envenena cada uno de tus sentidos.
Al final viene la soledad, el peor de todos, pues es un vació que solo una persona, esa persona puede llenar, es como esa droga que tomas y una ves que la pruebas instantáneamente te vuelves adicto a ella, pues si no la tienes nada existe, nada es real.. Aunque sea al revés... pues así pasa con esto, la mayor de las tristezas y el vació mas profundo que solo la persona que la provoca puede llenar, todo esta ligado, sea correspondido o no lo mas hermoso acompañado de lo mas triste, si aceptas el amor lo aceptas con todo pues es un paquete completo, jamás llegara solo..
-Si, respondí estoy enamorado.
Ya no había nadie, me quede dormido al parecer puesto que el sol se iba escondiendo, un día mas sin ella pude comprenderla.
Una hoja cayo en mi hombro, verde pues es primavera el silencio me pareció oportuno, quería pensar, caminar.
Mas hojas cayeron es primavera, sonreí al tacto, tenían razón los verdes pastos las hojas del viento.
Una ves que cae la hoja jamás volverá al árbol, debe aceptar su camino y con el viento flotar hasta descansar en algo, ya e caído y reconozco que estoy enamorado es el tiempo de flotar y descansar en ella, pues ahora entiendo y luchare hasta alcanzarlo, ¿no?
REGISTRADO DOLCEBALDERAS*
REGISTRADO DOLCEBALDERAS*